Qué pasaría si a alguna empresa de empeños se le ocurriera por un casual poner un anuncio así en las marquesinas?
¡Menuda intolerable y trasnochada propaganda machista, sexista y degradante de mujeres!
Me gustaría saber, si es que lo dejaran publicar, cuánto tardarían doscientas asociaciones de mujeres para los derechos de las mujeres, la Casa de la Mujer y el Ministerio de Desigualdad en arremeter tajantemente contra él, a pedir su retirada inmediata y a boicotear a la empresa anunciante.
Me gustaría saber también porqué sin embargo hay anuncios iguales por toda la ciudad y, en lugar de considerarlo un insulto sexista, es visto con buen humor, moderno, ocurrente e ingenioso. Y cada día veo más y más ejemplos similares...
Luego la gente se lleva las manos a la cabeza cuando ve la publicidad de los años 60 y los 70. No hemos derrotado al monstruo, sólo se ha cambiado de bando.